martes, 23 de octubre de 2007

Porque la vida es egregia

Felicitaba hoy un cumpléaños con la típica frase: "Que cumplas muchos más". "Esperemos que no" me contestó. ¿Cómo? ¿Acaso no tienes esa ilusión de vivir? Creo que la concepción de la vida como un valle de lágrimas se terminó allá por el medievo. Para todos aquellos que rehusan de cumplir años, que no disfrutan de la vida, y que creen que envejecer es un punto de partida hacia la imperfección (y de hecho lo es, pero física, la menos importante) va dedicado este soneto.

Porque la vida es egregia


Tampoco estaría tan mal la vida
como un esperpento de Valle-Inclán,
distorsionando realidad temida
no sería el mundo tan talibán...

Fuese hoy frío "Martes de Carnaval"
espantando la insipidez del hombre
con máscara de mártir monacal:
la vida no se creó para el pobre.

Pobre de espíritu, aventurándome
que a veces fallece susurrándome
una frase indolente y general.

No me esboces esas falsas sonrisas
que mueren en la costa con la brisa,
porque viviendo no se está tan mal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Con matices, pero discrepo. Está claro que cada uno cuenta la feria según le va. Pero cada día se suicidan miles de personas. ¿Estamos obligados a vivir y a que nos guste la vida? ¿Por qué el sucidio sigue siendo un tema tabú, cuando sólo es una opción más? En ciertas condiciones (y todo esto no lo digo por mí) vivir es peor que morir.

Saludos.

Anónimo dijo...

yo creo que vivir está muy bien, si no nos mirásemos tanto hacia dentro, veríamos que siempre queda algo bueno o no tan malo por llegar.

una madrileña dijo...

Quizás porque nos planteamos que el cumplir años es un peso con el que llegaremos a no poder. Nunca pensamos que la vida es una sucesión de etapas, unas acaban y empiezan otras, cada una de ellas nos trae algo bueno y algo malo. Esto último nos deja cicatrices en el alma y arrugas en la cara. Lo bueno nos ilumina la mirada cuando lo recordamos. A pesar de todo sigo diciendo que no me quito años porque con lo mucho que me ha costado llegar hasta aquí son todos míos, que me los he ganado a pulso incluyendo que después de haber criado a un hijo y con todos los años que llevo trabajados, ahora quiero disfrutar de algo que se llama el placer de disfrutar la vida, aunque todavía tenga que seguir trabajando.
La vida es una puta que juega con nosotros a su libre albedrio, juguemos con ella.

Alberto Zambade dijo...

Vengo desde el blog de Una Madrileña y me ha gustado la visita, pasaré más amenudo amigo...